miércoles, 28 de enero de 2009

La comunicación de los amantes

"...A excepción de unos cuantos furtivos [...], las parejas que hacen el amor por primera vez están, en general, casi mudas. Un profundo silencio reina sobre sus convulsiones. Son demasiado tímidos y, al mismo tiempo, tienen demasiadas cosas que decirse para atreverse a comentar la escena de lujuria en voz alta: comunican a través del abrazo y se esmeran en no embrollar este mensaje carnal con unas palabras intempestivas. Y es la repetición, la misma machaconería de la conjunción amorosa, lo que les liberará, poco a poco, de la inquietud del signo. Entonces se abriran a un nuevo placer: hablar durante el amor. Boca cerrada cuando la copulación era un mensaje, los amantes serán charlatanes e incluso volubles cuando su abrazo ya no hable. Al dejar de articular sus caricias como las sílabas de un discurso oficial, recurren a las palabras, y convierten el lenguaje en un goce suplementario, un aditivo a la vez obsceno y tierno del acto amoroso..."

La Aventura a la Vuelta de la Esquina
P. Bruckner y A. Finkielkraut

sábado, 10 de enero de 2009

Oportunidades perdidas

Pues sí, este fin de año perdí una oportunidad.
No es la primera vez que me pasa, hubo otra ocasión en la que también perdí una oportunidad similar solo que no fue culpa mía.
He ido a pasar el fin de año fuera del país. A un país neutral.
Salimos en nochevieja. A una discoteca de salsa, merengue, maaaambo!!! Bueno mambo no, pero casi.
Como dijo mi amiga al entrar: ¡Si esto parece machu-pichu! Y sin animo de ofender a nadie, pero es cierto que aquello estaba lleno de latinos y otros que no eran tan latinos. Yo solo veía negros por todos los sitios.
El caso es que mi amiga no quiso bailar con ninguno y yo me moría de ganas por hacerlo. Si te pilla uno que baila bien, ya puede ser incluso tango, que lo disfrutaras como nadie.
Al final baile con uno, pero dio la casualidad de que no bailaba excesivamente bien, la canción era super-larga y tampoco olia especialmente a colonia. Así que cuando termino la canción le dí las gracias lo mejor que pude en su idioma, porque todo esto claro, en un idioma que no manejas, bailando sin hablar y solo sonriendo, y me marche con mi amiga.
La ocasión anterior que fui recuerdo haber bailado con el que mejor lo hacía. Esa decisión la tomamos mi amiga y yo mientras tomábamos una copa y cual fue mi sorpresa cuando vino a pedirme bailar. Luego también me pidió matrimonio, pero debe ser que allí se estila porque todos querían casarse con nosotras.
Si es que no sé que tenemos que a veces somos irresistibles.

Bueno sigo en la nochevieja de 2008.
Paseando por el bar le vi.
Moreno, alto, serio, morros prominentes y muy elegante. Llevaba una camisa negra con un chaleco gris perla que le quedaba de miedo.
Yo le vi y él me vio.
Nos volvimos a cruzar al rato y me dijo algo que no entendí. Claro como iba a saber él que no tenia ni idea del idioma del lugar.
Al pedir una copa me puse conscientemente a su lado. Y como es evidente, no se pudo resistir. Me entró. Jaja. O lo intentó por lo menos. Él no hablaba mi idioma ni yo el suyo. Él no sabía inglés y yo no sabía hablar lo que él hablaba. No sé como nos entendimos, pero entre un lío de idiomas supe que era divorciado, que fue de lo primero que me dijo (no sé por qué), que era cocinero y también le entendí que era croata. Quería llevarme a casa en coche, que él y sus amigos tenían uno. O que fuera a la suya. Que quedáramos a tomar algo al día siguiente. También quería mi teléfono. A todo le dije que no. Pero es que a lo del teléfono que me lo preguntó varias veces le contestaba que a ver en que idioma nos íbamos a hablar, que para qué lo quería si no nos entendíamos ni en persona peor por teléfono!!!
Total que el pobre al final me pidió bailar y a eso le dije que sí. No bailaba muy bien, pero era agradable. Me besaba mientras nos movíamos hasta que nos liamos. Se acabo la canción y nos fuimos a otra sala donde había unos sillones y estábamos fuera de la vista de nuestros amigos.
No sé por qué extraña razón me sorprendí cuando me metió mano. La verdad es que no me lo esperaba y tampoco tenía muchas ganas de ello. Él sí las tenia, me lo demostró cuando puso mi mano en su paquete. Un paquete pequeño para lo grande que él era, o eso me pareció.
Entre legüetazo y lengüetazo, volvió a insistir en ir a mi casa o a la suya y después de varias negativas me dijo algo que no entendí, solo sabía que tenía que seguirle.
Cuando cruzábamos la pista supe a donde me quería llevar. A los baños!
Habrase visto!!!! Ni que yo fuera una fresca! Por dios!! Como se atrevía!!!
Me negué a ir. Era la oportunidad de mi vida para practicar sexo en un lugar público, que siempre he querido, y yo negándome!!! Seré idiota!
No me arrepiento. No me apetecía una mierda. Pero tengo que reconocer que era la oportunidad de mi vida. Un sitio publico en el que no te conoce nadie y si te pillan que más da, si no te van a volver a ver!
Hace un par de veranos quise hacerlo en los baños de las discotecas de un pueblo costero de aquí, pero mi acompañante se rajó. Bueno la verdad es que no parecía tener muchas ganas y cuando conseguí que las tuviera el baño a tiro parece que estaba bastante asqueroso y no quiso hacerlo. Lo más público que llegamos a hacerlo fue en el balcón de nuestra habitación.

Así que... una pena. Supongo que esas ocasiones no se planean y tienen que venir como me vino estas navidades, pero también tienes que tener ganas!

Otra vez será.