jueves, 16 de septiembre de 2010

Zanjando

Bueno pues creo que ya he cubierto el cupo de zanjamientos por este año, y eso que no ha terminado!!!
Es cierto que las mujeres somos muy sentimentales y demás, pero también aprendemos a terminar con las cosas, sobre todo cuando nos hacen daño o no sacamos nada en claro con ellas.
Hay diferentes formas de zanjar. De zanjar con un hombre, claro. Con una relación, ya sea del tipo que sea.
Contaré algunas de las formas que he utilizado yo.
1ª.- Con el chico por el que me animé a comenzar este blog (ya que él también tiene uno y me gustó) no pude zanjar yo. Así que le pedí que por favor, fuera él el que me dejara en paz, ya que aparecía y desaparecía de mi vida como el Guadiana. Y mientras él no estaba en ella todo me iba bien, pero cuando volvía a aparecer me emocionaba y claro, me tenia que desemocionar. Y el caso es que me gustaba tanto y me lo pasaba tan bien estando con él, que era consciente de que yo no iba a poder dejarlo. Y es que me encantaban sus defectos y me enamoré de sus virtudes. Así que le mandé un mail explicándole mis sentimientos hacia él y a día de hoy le agradezco que me respetara y me hiciera caso.
Después de un año me lo volví a encontrar. Siempre quise que la vez que volviera a verlo ese día estuviera guapa. Él me dijo que estaba resplandeciente y me encantó!!! Qué mono es!
2º.- Recuerdo que a mi primer novio lo dejé por teléfono, jajaja. Era muy joven, pero... Y es que él se iba a meter a cura, joder!!! cosa que evidentemente no entendía y cuando nos enrollábamos yo le decía, pero ¿cómo te vas a meter a cura si me estas metiendo la lengua hasta la garganta? Yo ya veía que no, que su espíritu no era tan católico como para vestir santos. Unos años después me lo volví a encontrar y no precisamente vestido de cura sino de guardia civil!!! estaba mucho mejor. Y años después, una noche retomamos aquella relación beata que tuvimos y e hicimos en la cama lo que no pudimos de jóvenes.
3º.- Mi último amor. Zanjando a las bravas. Siempre supe lo que él quería. Pero el no debió de ver lo que quería yo. Era el que me daba todo en un solo fin de semana. Sabía que así no podía seguir porque me estaba destrozando yo sola. Yo sola me metía en un cajón a esperar que él lo abriera y me cogiera, sin esperar a nadie más. Así que le propuse darle mi vida y si no la quería entonces no quería nada más de él. Y no quiso ninguna de las dos opciones. Pero al final tuvimos que decidir los dos, en unos despidos tormentosos, no por ser en discusión ni nada por el estilo, sino por dolorosos, por asperos, por inoportunos. Solo le deseo lo mejor del mundo, no puedo desearle otra cosa.
4º.- Digamos que fue un amigo especial. Una relación de desencuentros, como le dije por teléfono. Una relación telefónica, casi más que carnal. Y en un desencuentro con una me encontré. Alguien que no sabía que existía, aunque se lo pregunté, pero bien sabe él porqué razón no le interesó decírmelo aquella noche. Al final zanjamos por teléfono, porque yo creo que no podría haber sido de otra forma. Y zanjamos una relación muy especial, una relación muy pausada, muy tranquila, con una gran discusión. Solo espero que no le duela mucho en su día.

Estas son las más sonadas o de las que me acuerdo ahora, pero hubo otras muchas. Y también me zanjaron a mi y dolió mucho más.Pero la vida sigue y como dice una última frase de mi colección:
El camino más largo se comienza con un solo paso.
Así que aquí estamos comenzando un camino nuevo, con muchas ilusiones.
No sabía que existía en la RAE, pero sí (lo acabo de buscar):
Zanjar: echar zanjas o abrirlas para fabricar un edificio o para otro fin.
Pues eso, a edificar!!!