jueves, 27 de septiembre de 2007

Los nombres de mi vida

Es el título del libro que siempre quise escribir y que gracias a la existencia de Internet puedo realizar medianamente.

Está claro por qué es "los nombres de mi vida" y no "los hombres de mi vida" y es que hasta ahora se han quedado en eso...en nombres. Nombres que aparecieron en ella y que unos para bien y otros para mal, se fueron olvidando con el tiempo, y con los nombres, las historias.
He tenido nombres reales, telefónicos, cibernombres, solteros, casados, ocupados, drogadictos, psicópatas, en fin, no sé si me dejo alguno... bueno sí!, alguno bueno hay por ahí. Me doy cuenta de que soy como la coca-cola: "para los solteros, para los casados, para los gordos, para los flacos...." ja ja ja!! Casi todos fueron delgados, que le voy a hacer, para gorda ya estoy yo y además siempre me gustaron "escuchumizados" y morenos. Aunque también es cierto que siempre, por ese defectillo que tengo (que me gustan casi todos), les veía algo bueno a los que se presentaban delante de mí.

Recuerdo que ya en la guardería, con las monjas, me gustaba un niño llamado Roberto y posteriormente en el colegio todas nos enamoramos del primero de la clase, con ese nombre tan deseado. Cuando llegué al instituto no solo no tenía aún la regla sino que tampoco me había besado con ningún chico, lo cual para mi era bastante preocupante. Además algunas de mis amigas ya tenían novio e incluso, la que por entonces era mi mejor amiga, me ofreció al suyo para que me besara!!!! que fuerte, si me llega a besar el que ahora es su marido, jajaja. Cosas de la edad del pavo.

El caso es que yo tenía bastante complejo por aquel "defecto". Hasta que llegó... el cumpleaños de mi prima, que vivía en Madrid. Me fui a pasar unos días con ella, supongo que el fin de semana. Por entonces, ella salía con un chico que tenia un nombre muy raro, era alto y con el pelo rizoso. Salimos a la discoteca, con el novio y los amigos del novio. Para mi todo era nuevo. Una discoteca enorme, con varias plantas, varias pistas, diferentes músicas. Yo estaba flipando!!! Y encima le gusté al amigo del novio nombre-raro. No sé como ocurrió realmente, recuerdo a mi prima diciendome que no me preocupara, que él ya sabía que yo no me había enrollado con nadie nunca!!! (lo que hacía falta encima, para ponerme más nerviosa) y que me fuera con él. Lo cual yo hice con ese gusanillo de que va a pasar algo importante en tu vida.
En este punto tengo que aclarar dos cosas. Primero que la idea que yo tenía de besar con lengua era la siguiente: abres la boca, metes la lengua, se juntan las lenguas y se da vueltas con ellas, y ya!. Y lo segundo que tengo que aclarar es que yo soy una persona pequeña y redondita, y aquel chico al lado mío era un armario empotrado!!
Me llevó a la pista donde ponían las lentas. Nos sentamos en un sillón y me dijo: "no te preocupes, tu sigueme". Abrí la boca, la junté con la de él, intenté introducir mi lengua en la suya y quise empezar a darle vueltas, cuando... cual es mi sorpresa que él no hacia esooo!!! hacia algo así como meter y sacar la lengua, una lengua enorme, por cierto. Claro que yo entre el pudor, la sorpresa y el tamaño de mi boca, ésta no estaba quizás del todo abierta y parece ser que al muchacho aquél le mordía! Así que paró y me dijo: "pero no me muerdas, abre más la boca". Por diosss!!!! encima lo estaba haciendo fatal. Todos mis sentidos en mi boca, en abrirla lo más posible y no morderle. Pero él era demasiado grande, o su lengua, y yo seguía mordiéndole. Así que a la siguiente que él paró, le dije: "mira, vamos a dejarlo". Y con las mismas me fui en busca de mi prima para meternos en un baño y explicarle la pésima experiencia de mi primer beso. Creo que me sentí fatal. Entre cateta e inútil.

Y es que en la Capi todo el mundo debía de besar estupendamente!