miércoles, 19 de noviembre de 2008

Buscando el origen del amor

Antes de nada tengo que hacer una clasificación que recientemente he aprendido o estudiado:

Teoría de los Subsexos Femeninos (Lee Rainwater)

Mujeres Rechazadoras

Activas

“Una rechazadora activa teme que sería “mala” como mujer si gozara del sexo”

Pasivas

“Procura neutralizar sus sentimientos negativos hacia la sexualidad y considerarlos como un deber de esposa, como otra tarea doméstica”

Mujeres Amantes

“Subrayan los aspectos espirituales, no físicos, de la relación y la ternura que los acompaña y sus efectos posteriores más que la satisfacción sexual como tal. El goce procede no tanto del “orgasmo” como de la “intimidad”: aceptan el sexo como un “sano deber” y, por encima de todo, desean la felicidad de su partenaire. Son, por tanto, alcanzar placer con el placer del otro.”

Mujeres Sexuales

  • No creen que el comportamiento pasivo defina la “bondad” del rol femenino
  • Buscan como valor la satisfacción sexual propia.

Bueno, pues hechas las aclaraciones paso al desarrollo de mi exposición.

Voy a intentar exponer lo que me ha ocurrido hasta hace poco. Creo que una vez que me pervertí, dejando de ser una mujer que solo amaba a aquel que la amaba (llegó un momento que esto era harto difícil, ya que los hombres escasearon por una temporada y los que aparecían eran solo momentáneos), aprendí a ser una mujer objeto, o más bien a ser una mujer amante.

Cuando me liberé de prejuicios y aprendí que disfrutar del sexo no era nada malo y que las mujeres también podíamos hacerlo, al igual que hacía el género contrario, me convertí en eso, una amante. Una mujer que disfrutaba, la palabra no es "solo" sino "forzosamente", cuando el sexo contrario lo hacía. Por qué forzosamente?, pues creo que habría muchos factores para analizar y comentar, pero los principales eran: el sexo contrario era egoísta (solo iba a su disfrute personal), no existía un tiempo que generara una confianza como para explicar como me gustan las cosas, como disfruto o llego al orgasmo y otra de las principales razones era que el sexo contrario era un poco "asquerosito" u/o "escrupuloso" u/o "vaguete".

Uniendo todo esto a mi mala suerte para encontrar un hombre como dios manda, me convertí en una mujer sexual con ascendente de amante o viceversa.

Mi mejor amiga, sin saberlo, hizo una clasificación de subsexos masculinos:
El hombre follador: aquel hombre que va a lo que va, "aquí te pillo, aquí te mato", un "pin-pan y listo", "ven acá que te la meto", "prometo, prometo y una vez metido se acabó lo prometido", es decir, un hombre que también se le puede llamar "el eyaculador", solo hace eso, eyacula y ya, no hay más. No se preocupa por hacer disfrutar a la otra persona.
El hombre sexual: aquel hombre que disfruta del sexo, que le gusta el sexo en cualquiera de sus formas y estilos, que se preocupa por que la otra persona disfrute, orgasmice, que juega, se divierte, ríe, innova, etc...

Pues después de años sufriendo el ascendente a amante forzosa (qué cruz he tenido!), mis últimos amantes fueron hombres sexuales!!!!!!!!
Me dan ganas de poner muchas más admiraciones, por lo contenta que estoy por ello, por lo orgullosa, por lo que me lo merecía, etc.... pero lo he dejado solo en 8, que de paso es mi número preferido.

Es cierto que el último fue mejor que el primero, pero más bien porque era más divertido, aunque ambos han sido buenos, ambos tuvieron cosas que no tenía el otro, que no tuvieron los demás.
También he de admitir que con uno de ellos probé algo parecido al sexo tántrico y que queréis que os diga, pero pa mi no es. Que cansaooo por dios!!! y es que claro, la fase de la penetración creo que no le quedó claro que debería ser corta, 30 min. aprox., así que puff, acabé rendida. Y ya me ocurrió hace años con un novio que aguantaba un montón y de verdad... cansa y duele!. Sinceramente, creo que este chico aún no le tenía bien cogida la técnica al tántrico.

El otro amante sencillamente no tenía tiempo de recuperación de su orgasmo, una pasada! Son varios los tiempos del orgasmo masculino: excitación, meseta, orgasmo y resolución (cuando el pene se pone flácido y los latidos del corazón vuelven a su ritmo normal). Pues no, este chico estaba en constante fase de la meseta (Ibérica, como la de Félix Rodríguez de la Fuente). Así que creo que ganamos a la Bermudez.

Así que orgullosa estoy de que después de años luchando por ser una mujer sexual, al final por lo menos no solo lo sea sino que también lo sienta.