Hay dos cosas que odiamos profundamente las mujeres, ir al dentista e ir al ginecólogo o en su defecto a la matrona. Al dentista por algo obvio que es el dolor que por mínimo que sea lo que te tienen que hacer, siempre te hacen y al ginecólogo porque abrirse de piernas ante un desconocido, par
a que este te hurgue en tus partes, sin obtener ningún beneficio placentero es algo frustrante. En fin, el viernes pasado tenia hora con la matrona para hacerme una citología, algo rutinario, te meten un especulo, lo abren , con un cepillo ginecológico te "raspan" y luego toman la muestra.Bien, como siempre cuando llegas a tu hora, el medico de turno va con retraso, no le puedes decir nada porque seguro que él te dice que tarda lo que tarda y punto, pero cuando tu llegas tarde la cosa cambia, pierdes el turno y si el medico esta de humor te mete entre paciente y paciente, ahora si esta de malas...ya puedes pedir hora para otro día porque no te va atender.
En fin pues ahí estaba yo, en la sala de la matrona, esperando a que me llamara, estábamos una pareja con su hija de 5 días y una señora de unos 70 años que la pobre decía que hacia años que no iba y que no sabia porque su medico de cabecera le había mandado ahí pudiéndole poner él mismo el tratamiento, yo tengo mi teoría pero me la reservare. El caso es que después de media hora esperando sin que nadie saliera de la consulta llamamos a la puerta y ahí no había nadie. ¡Sin comentarios! Hab
lamos con recepción y llamaron a la matrona, 10 minutos después estaba alli. Pasaron la pareja, después la señora, y luego yo, me hizo las preguntas rutinarias y me dijo que pasara a la otra habitación, que me desvistiera y me tumbara en lo que yo creo que se llama potro, en fin sin mediar palabra, sin decirme nada, sin avisarme, se puso los guantes, me abrió, me metió el especulo hasta la garganta, el cepillo ginecológico y cogió la muestra, ahhh! y todo esto en 10 segundos y mientras me decía - UY! si todavía te dura el moreno!! Me quede muerta.
Por la tarde, cuando se lo contaba a Lilu le decía- joder con la tía! ya se que estará harta de meter espéculos y ver coños pero yo no estoy acostumbrada a que me metan nada por ahí o no por lo menos sin lubricarme previamente con juegos de precalientamiento sexual. Madre mía! ni que estuviera arrebañando un bote de nocilla!- Claro que luego le dije- aunque tendré que mirar la parte positiva, con la vida sexual que tengo ultimamente, creo que sera lo único que me metan en mucho tiempo.
El lunes cuando llegue al curro y conté mi experiencia con la matrona, una compañera me pregunto que si conocía al ginecólogo nuevo que curraba en el ambulatorio que estaba muy bueno y que las tías del pueblo ya hacían cola para que les atendiera él, yo le dije que no, que no había oído hablar de él pero que si me hubiera enterado antes de mi cita con la matrona sin duda, seria la primera de la cola que por lo menos si alguien me tiene que meter algo por mi "asunto" que sea un tío bueno para yo hacerme luego mis pajas mentales y nunca mejor dicho.
a que este te hurgue en tus partes, sin obtener ningún beneficio placentero es algo frustrante. En fin, el viernes pasado tenia hora con la matrona para hacerme una citología, algo rutinario, te meten un especulo, lo abren , con un cepillo ginecológico te "raspan" y luego toman la muestra.Bien, como siempre cuando llegas a tu hora, el medico de turno va con retraso, no le puedes decir nada porque seguro que él te dice que tarda lo que tarda y punto, pero cuando tu llegas tarde la cosa cambia, pierdes el turno y si el medico esta de humor te mete entre paciente y paciente, ahora si esta de malas...ya puedes pedir hora para otro día porque no te va atender.En fin pues ahí estaba yo, en la sala de la matrona, esperando a que me llamara, estábamos una pareja con su hija de 5 días y una señora de unos 70 años que la pobre decía que hacia años que no iba y que no sabia porque su medico de cabecera le había mandado ahí pudiéndole poner él mismo el tratamiento, yo tengo mi teoría pero me la reservare. El caso es que después de media hora esperando sin que nadie saliera de la consulta llamamos a la puerta y ahí no había nadie. ¡Sin comentarios! Hab
lamos con recepción y llamaron a la matrona, 10 minutos después estaba alli. Pasaron la pareja, después la señora, y luego yo, me hizo las preguntas rutinarias y me dijo que pasara a la otra habitación, que me desvistiera y me tumbara en lo que yo creo que se llama potro, en fin sin mediar palabra, sin decirme nada, sin avisarme, se puso los guantes, me abrió, me metió el especulo hasta la garganta, el cepillo ginecológico y cogió la muestra, ahhh! y todo esto en 10 segundos y mientras me decía - UY! si todavía te dura el moreno!! Me quede muerta.Por la tarde, cuando se lo contaba a Lilu le decía- joder con la tía! ya se que estará harta de meter espéculos y ver coños pero yo no estoy acostumbrada a que me metan nada por ahí o no por lo menos sin lubricarme previamente con juegos de precalientamiento sexual. Madre mía! ni que estuviera arrebañando un bote de nocilla!- Claro que luego le dije- aunque tendré que mirar la parte positiva, con la vida sexual que tengo ultimamente, creo que sera lo único que me metan en mucho tiempo.
El lunes cuando llegue al curro y conté mi experiencia con la matrona, una compañera me pregunto que si conocía al ginecólogo nuevo que curraba en el ambulatorio que estaba muy bueno y que las tías del pueblo ya hacían cola para que les atendiera él, yo le dije que no, que no había oído hablar de él pero que si me hubiera enterado antes de mi cita con la matrona sin duda, seria la primera de la cola que por lo menos si alguien me tiene que meter algo por mi "asunto" que sea un tío bueno para yo hacerme luego mis pajas mentales y nunca mejor dicho.
