jueves, 17 de febrero de 2011

Uniformes Y Lascivia

Lascivia: 1.Propensión a los deleites carnales; 2. Apetito inmoderado de algo.
Uniforme: 3. Traje peculiar y distintivo que por establecimiento o concesión usan los militares y otros empleados o los individuos que pertenecen al mismo cuerpo o colegio.
  
¿Qué tienen en común estas dos palabras?
¿A los hombres también les pasa que les entra lascivia cuando ven a una mujer con uniforme? (Me acabo de dar cuenta de que heterosexualizo, pero me da igual referirme a heterosexuales que a homosexuales.)
¿El uniforme erotiza? ¿Crea deseo? ¿Genera lujuria? Uhmmm.
Es que llevo una semana yendo a rehabilitación (electroterapia). Y allí hay dos auxiliares femeninas y uno masculino. Y el chico.... no esta mal, jeje. Bueno no es nada del otro mundo, pero a mi me mola. Me gusta su barriga a la que se le pega la chaqueta del uniforme y cómo se le transparentan los gallumbos  (que siempre tienen que ser blancos) en el pantalón y la forma de hablar que tiene con el acento típico y cerrao de la ciudad donde vivo. Y es que con este traje de enfermero me pone, ¡¡¡me entra lascivia!!! (no sé si la de propensión o la del apetito!)
Allí llegas y da igual quien te atiende, porque realmente ellos no hacen nada, te colocan la máquina y punto. Lo único que para la del ultrasonido si que tienen que sentarse contigo y después de darte un gel super-frío, con una espátula, te van meneando el soporte de la máquina por la zona a tratar durante 5 min.
La mayoría de las veces me atiende él, y yo tan contenta, claro. Pero hoy, no sé si es por el viento que hace o por qué, pero he salido malísima. Eso de que se coloque detrás de mi, de mi silla (que ya preferiría que fuera un taburete para poder sentir sus mulos apretando mis nalgas), que me unte con la espátula el gel (que más me apetecería que en vez de por la zona a tratar, ya fuera por todo el cuerpo) y se ponga a menear la máquina en mi nuca, puffff!! lástima que la puta máquina no sea vibradora!! jajaja. Y remata limpiandome con la toalla, mientras yo deseo que en algún momento roce su brazo contra mi piel, o me agarre del hombro para decirme "ya hemos acabado guapa".
Pero nada de esto ocurre. Solo en mi cabeza. 
Generalmente voy con una camiseta de tirantes para no tener que estar vistiendome y desvistiendome al desplazarme por las diferentes máquinas. Mañana es mi último día. Estoy pensando en no llevarme la camiseta y ponerme el sujetador más erótico que tenga (mal ha de ser que mañana justo me atienda una de las otras dos auxiliares, ya sería mala suerte, no???), aunque mis lorzas no son bonitas, pero... o, y si me pongo una camiseta erótica con un buen escote???. Hoy al salir pensaba en si mañana debía de proponerle algo. O preguntarle algo. O simplemente invitarle a una copa, total si dice que no, tampoco pasa nada no? como en las películas, jaja.
Tengo toda la noche para pensarlo.

miércoles, 9 de febrero de 2011

Probar O No Probar, Esa Es La Cuestión!

Ya son más de dos personas las que me han propuesto o insinuado probar prácticas o rituales eróticos que en un principio no me molan. Incluso alguien me llegó a decir que en esta vida hay que probarlo todo para saber lo que te gusta y lo que no te gusta, algo a lo que no estoy de acuerdo, pues hay cosas, desde mi punto de vista, que no hace falta probarlas para saber si te gustan o no. Y más en el mundo del erotismo en el que se trata de realizar tus deseos, tus anhelos y quizás, en ocasiones, tus fantasías. Si voy a probar algo que no deseo, que no anhelo o que simplemente no se trata de ninguna de mis fantasías, que placer voy a ganar en ello? Hay practicas que las podré realizar en mayor o en menor medida pero ¿a costa de qué? y más encima siendo una persona como yo que se come la cabeza con miles de cosas...
En mi vida me he encontrado con gente que tenia muy diversos gustos, deseos, fantasías... de todo tipo: personas que les gusta el BDSM, la zoofilia, el travestismo, intercambio de parejas, los devotee (personas que sienten placer relacionándose eroticamente con personas con discapacidad), etc... Puede que por mi formación y también por cómo soy, entienda a estas personas o no me resulta tan complicado como le pueda resultar al resto del mundo.
En una ocasión me encontré a un tío que su fantasía era chuparsela a un perro, en varias ocasiones me encontré con hombres que les gustaba vestirse de mujer (travestirse), ya fuera cuando estaban solos en casa o en algunos momentos de su vida, incluso uno me dijo que lo que le gustaría sería tener una amiga para ir de compras con ella, vestido de mujer, claro. Y hay bastante reportajes en la televisión tanto de BDSM como de intercambios de parejas. Dentro del BDSM hay un montón de prácticas diferentes, pero sinceramente no las conozco, aunque a lo mejor algún día me pongo a buscar, aunque solo sea por saber cuales son y tener más conocimientos.
Al que me comentó lo de que hay que probarlo todo le diría que pruebe la zoofília (aunque era una práctica muy extendida antiguamente), a ver si le gusta, o a lo mejor ya la ha probado, o no, nunca se sabe. O quizás realmente sea, que lo que le gusta es probar de todo. No es hacerlo para saber lo que le gusta y lo que no, sino probarlo por la adrenalina que le sube el practicar algo que no conoce. Pero tal y como pienso, cada uno es libre de hacer y pensar lo que quiera siempre que tenga un respeto por los demás y no haga daño a nadie. Y una frase que he escuchado esta noche en un reportaje de BDSM, todo debe ser Sensato, Seguro y Consensuado -muy importante esto último-.
El caso es que últimamente me han hecho una serie de propuestas. A una persona le gustaría que yo fuera su Ama. Es algo sencillo. Una sumisión sencilla. Pero... y ¿qué supone eso para mi? 
Primero: es algo que no me gusta. Lo respeto, pero no me gusta, no me llama la atención. No me da morbo. Puede que me genere un sentimiento de malestar más que de otra cosa.
Segundo: no le voy a encontrar placer ninguno a la práctica.
Tercero: sé que puedo ser capaz de hacerlo, pero me sentiría ridícula y hasta puede que me entrara la risa, con lo cual pensaría que estoy humillando a la otra persona de una forma que no es la deseada por ella.
Cuarto: no me hacen falta más razones.
Así que mi pregunta es: tengo que probarlo aunque sepa que no me va a gustar? que no me va a generar ningún placer? y por qué sé todo esto si no lo he probado? Pues porque lo sé, como se saben otras cosas en el mundo.
Ahora que... ya me gustaría a mi dejar a alguno atado para siempre!! jeje.