domingo, 11 de abril de 2010

La Edad De La Ilusión

No sé si es de ahora o de siempre, pero casi cada década tiene su edad o edades de la ilusión.
A los 16 tienes la ilusión de poder entrar en la disco sin que te pidan el DNI (por lo menos a mi, que por bajita siempre me lo pedían).
A los 18 tienes la ilusión de poder sacarte el carné (aunque luego tengas que esperar no se cuantos años más para poder pagarlo y sacártelo)
A los 25 ya uno puede estar independizado y vivir con la ilusión del Carpe Diem y demás.
A los 28 puedes tener la ilusión de tener una pareja "estable" (aunque ésta última palabra creo que mucha gente no sabe lo que significa, yo tampoco).
A los 30 tienes la ilusión de tener un trabajo fijo (aunque seas interino y sea eso una "ilusión") y poder tener algo para comprarte una casa (aunque luego estén los precios por allí arriba o simplemente estés en crisis)
A los 30 y tantos, si eres mujer y no te ha pasado antes, puede que tengas la ilusión de tener hijos (aunque no tengas un padre para ellos, porque básicamente ya se te está pasando el puto arroz).
Bueno el caso es que a veces, las mujeres por nuestra condición y por el gen ese de montarnos historias, nos ilusionamos. Principalmente con un hombre.
Qué le pasó recientemente a una amiga?? la verdad es que yo lo estaba viendo, porque desde fuera las cosas se ven de otra manera, algo más reales. El caso es que había conocido a un chiquito. Majete. Entraba dentro del prototipo de tíos que a ella le gustan y para más inri, la hacia reír.
Esto es lo peor que te puede pasar con un tío, que te haga reír, porque creo que ellos no saben que es importante hacer reir a una mujer y que si lo consiguen, tienen muchas papeletas para follar con ella y ella muchas papeletas para enamorarse de él.
Pues sigo, el caso es que mi amiga quedó unas cuantas veces con él y también se mensajeaban y se conectaban (porque esto esta ahora a la orden del día, no te encuentras con él en un bar, lo encuentras en el feisbuk o en el messenger, ¡¡así estamos perdiendo en relaciones sociales, en fin!!). Y en esto que pasaría más o menos un mes entre encuentros y desencuentros. Y en ellos encima él le "comía la oreja" a mi amiga, es decir, la llegó a decir en algún momento que ella era la mujer de su vida y cosas por el estilo. 
ATENCIÓN!!!!: hombres de hoy en día, no digáis este tipo de cosas NI EN BROMA. ¿No sabéis que en determinadas situaciones nosotras nos lo creemos todo? y que si estamos en la edad de ilusionarnos con algo lo vamos a hacer??
Claro que, con tanta "eres la mujer de mi vida, que guapa eres, como me gustas", tanta charla, tantas risas y demás, mi amiga se montó una historia y como decimos ahora, le dio "un brote bipolar" (o un "siroco", que viene a ser lo mismo). En algún momento se le olvidó que ella no era nada de él. Comenzó a llamarle para hacer algún plan (sin agobiar, claro) y él empezó a excusarse: que no podía, que tal y que cual; y ella insistió alguna vez más y él volvió a no poder, por las razones que fueran, y ella se enfadó mucho, y él flipó y ella se enfadó más. Y todo porque estaba ILUSIONADA.
Y la ilusión se marchó. Y la "relación" se rompió. Y él se asustó. Y ella también se asustó de su  propia reacción.Y entonces se desilusionó.
¿Y qué hizo ella? borró su número de teléfono (que esto, de un mismo tío, lo podemos hacer mil quinientas veces) para no tener la tentación de llamarle y agobiarle, pedirle sexo, mimos o cualquier otra cosa.

El caso es que reconozco que nosotras, por lo que sea (el gen o nuestra propia naturaleza), nos montamos historias. Podemos controlar o no controlar este montaje y actuar mal o bien según la ilusión que tengamos. El problema radica en que la mayoría de la veces vosotros, los hombres, sois los que provocais esa ilusión y ante eso, nosotras no podemos luchar.
Insistimos: No nos comáis la oreja. Si queréis follarnos, hacedlo y punto. Sobre todo si tenéis el polvo asegurao.