martes, 19 de octubre de 2010

La "boda" de la soltera

En este año he tenido 2 bodas bastante seguidas. Y en la última reflexioné sobre los sentimientos que me generan y los admití.

No soy fan de las bodas, básicamente porque me recuerdan que yo  no tengo pareja y no sé cuando la voy a tener; por eso no lo suelo pasar nada bien en ellas. Aunque ya lo voy superando, que ya va siendo hora.
La verdad es que hay determinados momentos que son complicados de sobrellevar y en los que, las que somos de lágrima fácil, nos es difícil mantener el tipo.
El momento eclesiástico u/o institucional en el que la pareja se está diciendo lo mucho que se quiere, que va a ser amor para toda la vida, en la pobreza, en la salud y en la enfermedad y todo esto, remueve a una por dentro. A veces remueve porque aunque no tenga ganas de pasar por ello, las que nos hemos criado en el cuento de los príncipes azules, alguna vez en nuestra vida pensamos, o más bien, soñamos en casarnos de blanco, por la iglesia y decir todas esas cosas, que a lo mejor ahora no tienen tanto significado, pero que en su día sí eran importantes. Y aunque no quiera una casarse, el hecho de estar en pareja es importante y como que ese momento es el que lo magnifica hasta el límite.
Otro momento duro es cuando llega el vals. No porque una no sepa bailar, no! sino porque todas las parejas que conoces se ponen a bailar juntas y entonces tú que haces??? Pues hay varias opciones, o te echas a llorar de la pena, o te pones a pensar en el último tío con el que has estado y con el que te gustaría estar bailando, también puedes regocijarte en la alegría, felicidad y todo esto que desprenden los novios (ya matrimonio) y todas las parejas que bailan alrededor, también puedes pillar algún amigo soltero para bailar (si es que lo hay y si es que quiere) o simplemente darle a la copa que tienes seguramente ya en la mano.
Pero lo peor de todo no es eso, sino que a lo largo de la noche, y más cuando estas acompañado de todos tus amigos emparejados, te vas acordando con cada canción de cada uno de tus putos novios, amigos, rollos y demás, con los que te gustaría estar bailando esa canción que precisamente te recuerda a él. Con lo que haces un recorrido parejil-musical de toda tu vida amorosa y que te puede hundir si no estas lo suficientemente bien acompañada o bebida.
Dicen que de las bodas salen otras bodas, hasta ahora no lo ví, pero tampoco tengo ganas ;) porque la verdad es que no me apetece jurar amor eterno...

3 comentarios:

jivanmp dijo...

No siempre es amor eterno, ni las cosas se pintan tan azules o rosas como dices, hasta que no lo vives y ves a todo lo que has renunciado por dar ese paso, amigos, amigas, familia, etc. Te das cuenta de que fue la peor decisión de tu vida y eso es peor que estar solo en una boda.

LiLu dijo...

Bueno J.I. yo no lo he pintado ni azul, ni verde, ni rosa.
Soy del pensamiento que nada dura eternamente (aunque sería estupendo, como en los cuentos), por eso lo de no jurar amor eterno.
Conozco gente que dió el paso de la boda porque era lo que tocaba, cosa que desde mi punto de vista no es bastante correcto. Las cosas hay que hacerlas porque se quieren hacer, así luego uno no sufre por lo que dejó atras o delante.
Y otros tampoco renunciaron a tantas cosas, sino que siguieron con su vida tal cual, con una fija en casa y todas las que quieran en la calle. Claro está que esto a veces explota por algún lado.
Y tengo que decirte también que hay algunas cosas que pasado un tiempo ya no se pueden recuperar.
Te deseo lo mejor en tu nueva etapa.

jivanmp dijo...

gracias, como siempre elegante en decir adios, solo espero encontrate algun dia para hablar, hace tiempo como dices que las cosas no son iguales, uno ya no busca lo que quiere, sino lo que le toca.
De la misma forma uno se equivoca muchas veces y yo reconozco que intente lo que no me tocaba y perdi algo q no gusto perder, pero como vien dices "El camino más largo se comienza con un solo paso"